Naipyidó, la capital de Myanmar, es una ciudad relativamente nueva y su origen está estrechamente ligado a los cambios políticos y sociales que ha experimentado el país en las últimas décadas.

Decisión de trasladar la capital: A mediados de la década de 2000, la junta militar birmana, que gobernaba el país en ese momento, tomó la decisión de trasladar la capital desde Yangón, la ciudad más grande y vibrante de Myanmar, hasta un lugar más alejado y controlado. Construcción acelerada: La construcción de Naipyidó comenzó en 2005 y se llevó a cabo a un ritmo vertiginoso. En pocos años, se erigieron enormes edificios gubernamentales, amplias avenidas, hoteles de lujo y una infraestructura que superaba a muchas capitales mundiales. Razones detrás del traslado: Se especula que la junta militar tomó esta decisión por varias razones: Seguridad: Al alejar el centro político del país de las zonas costeras, se creía que la capital estaría más protegida de posibles ataques externos. Control: La junta militar buscaba consolidar su poder y tener un mayor control sobre la población al trasladar la capital a una zona menos poblada y más fácil de controlar. Simbolismo: La construcción de una nueva capital era una forma de marcar un nuevo comienzo y distanciarse del pasado colonial. Una ciudad poco habitada

A pesar de la inversión masiva en infraestructura, Naipyidó ha tenido dificultades para atraer a una gran población. Las amplias avenidas suelen estar vacías, los centros comerciales tienen pocos visitantes y la ciudad en general presenta una sensación de calma inusual para una capital. Esto se debe a varios factores:

Falta de servicios básicos: Aunque la ciudad cuenta con edificios imponentes, la disponibilidad de servicios básicos como escuelas, hospitales y transporte público ha sido limitada en algunos sectores. Distancia de los centros económicos: Naipyidó se encuentra alejada de las principales zonas económicas de Myanmar, lo que dificulta atraer a empresas y trabajadores. Clima cálido y seco: El clima de Naipyidó es cálido y seco durante la mayor parte del año, lo que puede resultar poco atractivo para algunos habitantes.